Inaugurado en julio de 1998, discurre por la base sur del Peñón de Ifach sobre una senda, que formaba parte de la zona dinamitada en 1957 para la construcción del puerto pesquero.

El Paseo es de piedra natural y ocupa una extensión de 30.600 m2 a lo largo de casi un kilómetro de longitud, en el que alternan zonas ajardinadas, palmeras y distintas especies vegetales, con miradores ubicados en las escolleras naturales existentes.

En su recorrido, se puede contemplar la majestuosidad del Peñón de Ifach con las insólitas vistas de sus paredes escarpadas, en combinación con la flora y fauna autóctonas y el intenso azul del mar Mediterráneo.

Es un ejemplo singular de restauración del efecto paisajístico, siguiendo los criterios de preservación del equilibrio ecológico del Parque Natural.